Durante el albergamiento de cada menor atendida desde el periodo de ingreso, uno de los grandes retos a solucionar es el estado nutricional de la menor, ya que provienen de una crianza insana, abandonada y violenta; donde carecían de recursos económicos para brindarles los alimentos necesarios para un buen desarrollo. Si a esto le sumamos el maltrato físico, emocional y en ocasiones sexual; las niñas y adolescentes llegan no solo con malos hábitos alimenticios, sino también con malos hábitos higiénicos y con un alto grado de desnutrición. Así miso, les ayudamos a que puedan continuar con sus estudios y en ocasiones, a su ingreso las niñas nunca habían estado matriculadas en el sistema escolar. La Casa Hogar Santa Julia Don Bosco sobrevive gracias al apoyo de gobierno, de grupos de la sociedad civil, empresas, fundaciones y particulares. Desafortunadamente, el apoyo no es constante, y como resultado, el ofrecer tres comidas nutritivas y calientes a nuestras niñas y adolescentes puede ser todo un reto.